Elkano y los rodaballos a lo Moby Dick

La especialidad del restaurante Elkano, en Getaria, es el Moby Dick a la parrilla, rodaballos gigantes sobre ascuas de encina.

Contemplar sobre los hierros una veintena de los bichos king size es preguntarse cómo consigue la familia Arregui una regularidad de ciclista en las capturas. La noche de la cena organizada por San Sebastián Gastronomika repartieron 60 kilos sin que les pareciera un milagro.

Aitor, hijo de Pedro, el patriarca, desvela que donde se dejan la piel –ah, el colágeno– es en el seguimiento de las barcas, la atención a los patrones: "Paso más tiempo hablando con ellos que en la cocina. Es muy difícil. Dónde pescan, con qué se ha alimentado el rodaballo. Si es temporada de anchoa, son mejores. ¿Mareas vivas, aguas frías? En el mismo barco llega uno más delgado y otro más graso. Y si no hay, pues no hay. Nunca pregunto el precio".

Pedro se quita espinas e importancia: "La nuestra es una casa sencilla, todo es muy simple". ¡Viva la simplicidad!

Almeja abierta sobre el carbón, kokotxa de merluza rebozada, chipirón a lo Pelayo.

Lo grande aparece al final. El principio de todo.

El rodaballo.
Aprende Günter Grass. ¿Cómo pudo escribir la novela sin probar los de Elkano?

Guarda tanta gelatina que me cierra la boca. Porque ante esto solo se puede callar, y aplaudir.