Adictos a 'vapear'








CHAPAPOTE. La sentencia sobre el Prestige rezuma chapapote. Desprestige para la justicia.


VAPEAR. Palabras para el diccionario del horror: vapear, vapeador. Esos neologismos tóxicos se refieren a los consumidores de e-cigarrillos y a la acción que realizan al expeler. Sería ingenuo pensar que los palabros atenúan la perniciosidad del acto. ¿Por qué no lo llaman fumar? ¿Acaso vapear es saludable? El autoengaño es un poderoso ingrediente de la adicción.


PORTAVOZ. Leo una entrevista al portavoz de los vapeadores. Soy amigo de expulsadores de vapor sustancioso y ese hombre no los representa. El antetítulo es erróneo: propietario de uno de esos estancos, es portavoz de los ¡vendedores! ¿Por qué la contraportada de un gran diario ventea ese negocio con glicerol? El periodismo vapea, el periodismo boquea.


PEPINILLO. Fuimos adolescentes tontorrones. En el instituto, el profesor de Filosofía intentaba meter algunas ideas en nuestro tarro cerebral, promesa de encurtido. Nos hablaba del profesor José Luis Pinillos, que ha muerto a los 94 años, y La mente humana, obra maestra de la psicología. Al referirnos a la eminencia, el chiste era tonto, un ligero vinagre: P. Pinillos.


TOSTADA. Los defensores del chavismo, esos intelectuales de melena Pantene, chaqueta negra y camisa blanca desabrochada, callan ante la inmadurez de Maduro. Si alguna vez consagran la Verdadera Iglesia Bolivariana, este creyente con bigote de galán será el primer Papa. Chávez se le ha aparecido como pajarito, montaña y mancha en la pared de un túnel en obras. Lo siguiente será manifestarse como efigie requemada en la tostada del desayuno. Hay precedentes.


VICEMINISTERIO. Conozco venezolanos camino del exilio. Están hartos de ese Estado devorador que nacionaliza la propiedad de pequeños empresarios y después es incapaz de hacer funcionar las confiscaciones. Desabastecidos, el papel de váter es un bien escaso. Los huevos frescos, un recuerdo de tiempos ponedores. La harina de maíz precocida, movedizo pilar de subsistencia, vuela con un soplo. Incapaces en lo terrenal, se han mostrado resolutivos con lo espiritual al crear el Viceministerio de la Suprema Felicidad Social. Es nombre de restaurante chino. Los venezolanos serán felices por decreto o juzgados como traidores.


ESCAPULARIO. En un semáforo, dos jovencitas con uniforme de escuela femenina. Tendrán 14 años. Una de ellas luce a modo de escapulario un cigarrillo electrónico. Lo saca y se lo pasan como un porro con batería. Se han enganchado al nuevo producto. Trabajan una adicción de primera mano. El e-cigarrillo no las ha librado de la nicotina, sino que las ha guiado hacia esa negrura. Felicidades, portavoz.


DRAGÓN. Los vapeadores hacen el dragón en lugares donde el pitillo convencional está prohibido. Sin recato, con descaro, mandan señales, comunicándose, comunicando. El mensaje es: “Esto no es fumar, así que puedo hacerlo”. Pero sí que fuman. Restaurantes, aeropuertos, hospitales. De nuevo, cuando el horizonte estaba limpio, volvemos a encontrarnos envueltos en humo. Perdón, en vapor. Y es ya una sauna.





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