El yoga de 'Cuines'

Los programas de cocina en horario pre/post comida son un género blanco.

Enseñan, son amables, el grito y la humillación están prohibidos, la bonhomía como forma de llegar al estómago.

Cuines, que dirige Tana Collados en TV-3, es uno de los veteranos. Hace casi 19 años que hierve con burbujas limpias, mientras que Karlos Arguiñano, liebre en varias teles, cumplió 22. Hay diferencias: Cuines no es unipersonal, sino colectivo, y jamás ha influido en el tráfico de perejil.

Con la llegada de Tana, el espacio invitó a los cocineros domésticos, cuyas habilidades combinan con las de los profesionales. Un buen retrato de la cocina real que han publicado en forma de libro.

Por cuestiones laborales lo veo poco, aunque siempre que estoy en casa hago la digestión con ese espectáculo tranquilo. Me hipnotiza ver la explicación de una receta. Estirado en el sofá, atiendo el ritmo de la sartén sin que se altere el espíritu. Es mi yoga.

El personal está necesitado de tranquilidad: recomendaría a los crispadores que, por un rato, dejasen los cuchillos en manos de los que saben y se relajaran con la habilidosa, milimetrada y amorosa ejecución de un plato.