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Mostrando entradas de julio, 2016

No quiero

DICHA.  No quiero que, en los raros y limitados instantes de felicidad, algo o alguien estropee la dicha y diluya el momento pasajero, haciéndolo olvidable, o confuso, tiñéndolo de malestar HIJO.  No quiero que mis hijos crezcan y que otros amores me los roben. MINISTRO.  No quiero vivir en un Estado en el que el ministro del Interior utiliza recursos públicos para desacreditar a los rivales políticos, y que sus acólitos lo jaleen por esa actividad enmascarada. MATÓN.  No quiero que, en la autopista, el matón del coche de atrás me haga luces, que se aproxime para intimidarme y que se sienta un machito (siempre son hombres) por conducir como un Hamilton poligonero. LATA.  No quiero que, en una acera recién barrida, un imbécil lance una lata. ATENTADO.  No quiero tener miedo cuando, durante una epidemia de gripe, alguien me estornude, duchándome en saliva. No quiero que después de un accidente aéreo me aterre subir a un avión. No quiero que después

Restaurante Xerta // Barcelona

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Xerta Hotel Ohla Eixample Còrsega, 289. Barcelona. 93.737.90.80. Precio medio (sin vino): 60 € Menús: 98, 70, 50 y 35 € Lo exótico es el Delta La textura de la angula es el plus. Ay cuando el alevín se torna blandurrio, madejas  fumigadas con exceso de aceite, ajo y guindilla. Lo interesante es la tersura, esa sensación de viveza en la boca. “Las que servimos en el restaurante Xerta no las matamos con tabaco. Las angulas del Delta son más pequeñas que las francesas. Las cocinamos al pilpil porque dan mucha gelatina”. Habla Fran López, el chef del hotel Villa Retiro, en Xerta, que dirige en Barcelona, en el recién estrenado Hotel Ohla Eixample, el restaurante bautizado con el nombre de la población del Ebre. Los hermanos López Gilabert, Fran y Joaquim, son dueños de ese establecimiento principal del sur, además de la bodega Pagos de Híbera, con los vinos de L’Indià y Gamberro. Comienzo

Restaurante Bellavista // Barcelona

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[Este restaurante ha cerrado] Bellavista del Jardín del Norte Enric Granados, 86. Barcelona. T: 93.856.29.49. Precio medio (sin vino): 30 € Messi juega en FC Bellavista En un soplo, Barcelona ha pasado del micro restaurante, ese tubo tan común en el Eixample, al macro espacio. La elefantiasis se contagia. Bellavista del Jardín del Norte participa del gigantismo: mil metros cuadrados en dos plantas más otros mil ajardinados, con césped y árboles que han visto la transmutación de este interior de manzana, y sus intimidades. Abre la boca el visitante al encontrar este pulmón –pulmonazo–. ¿Quién está detrás del multiespacio? Un equipo en el que juegan hermanos: los Iglesias (Juan Carlos, Borja y Pedro) y los Messi (Rodrigo, Matías y Leo). Los Iglesias tienen experiencia fraterna con otros cracks, los Adrià. Pronto podrán formar el FC Belllavista. Borja, que hace de cicerone, se ha lesionado un brazo jugando a fútbol: que nadie se lo cuente a Leo.

La botella helada // Un placer exprés

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El gusto de beber agua fría a pie de frigorífico Fuera de casa, el mundo se derrite, o se astilla. El mundo se rompe como un espagueti seco. El calor es una lepra, algo que se adhiere a la piel y la revienta. Tú resistes encerrado en casa auxiliado por un ventilador. El aire acondicionado es enemigo del planeta y pasifica los cuerpos y les da una textura de carne colgada de ganchos en frigoríficos industriales. En días de bochorno piensas que eres idiota y que, por ti, el planeta pueder irse al carajo y que mañana encargarás el aire acondicionado aunque te conviertas en un mamut congelado. Has bajado las persianas y te mueves por casa como un vampiro, evitando el sol. Te sientas delante del ventilador y solo consigues enfriar el sudor, una sensación nada placentera. Porque bajo la capa seca, el calor sigue intacto. Abres la nevera y la luz artificial te ilumina como la tele de ' Poltersgeist '. Coges la botella de agua fría y, de pie, sin cerrar es

Restaurante La Cova Fumada // Barcelona

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La Cova Fumada Balauard, 56. Barcelona. T: 93.221.40.61. Precio medio (sin vino): 10 € La bomba, la leyenda La Cova Fumada es un fenómeno que supera lo gastronómico. A las 15.00 horas de la tarde cierran los portones. Quien no está en la lista de Josep Maria Solé no entra. Llega una pareja de indios: han leído en una guía sobre este espacio de resistencia. Ven la cola y preguntan. Los clientes, amables, responden. Los clientes son vecinos, ciudadanos de la república de la Barceloneta que, como los guiris, aguardan el turno. Disciplinados, pacientes, resignados. “Si no estás en la lista, no entras”. Esta puerta, que vigila 70 años de historia, es más difícil de atravesar que la de la última discoteca de moda. Los indios aseguran que volverán por la noche. Que Ganesha se apiade de ellos: los horarios que rigen aquí corresponden a extraños relojes. Al rato, Josep Maria viene a buscarme. Paso por detrás de la barra, donde se afana Ma

Rocambolesc en Barcelona // El Liceu estrena los helados de los Roca

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[Artículo publicado ayer, martes, en la web de El Periódico y hoy en el papel] Rocambolesc Liceu. La Rambla, 51. Barcelona. Helados: de 3,30 a 4,95 € El complejo gastro, cultural y solidario del   Liceu  abre la boca: hoy, martes, ha comenzado a funcionar la  heladería Rocambolesc,  donde mandan y postrean  Ale Rivas y Jordi Roca,   y la próxima semana, si los industriales cumplen, se estrenará el multiespacio  Òpera Samfaina,   que ha diseñado el artista  Franc Aleu,   impulsa Tast Barcelona, supervisa   Annette Abstoss  y al que los hermanos  Roca  han dado el OK. La vermutería, en la planta de la calle, ya da la lata. Òpera Samfaina es un lugar loco   nacido del sombrero de Aleu –que incluye un mini 'El Somni', la ópera gastroroquiana– donde se comerá, se comprará y se culturizará al personal. Desde Roma,   Aleu   cuenta al teléfono: “Lo que se venderá y se servirá gira en torno a la historia de Catalunya, una versión protagoniz

Lo que se comía y bebía en Yubari

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El verano pasado fui dos veces (junio y julio 2015) y no me convenció. Demasiado caro, demasiado plano. Un lujo chillón e incómodo. Un sitio raro. Lo mejor, las botellas. El primer día, monográfico de nigiris: corrientes, rutinarios. Ninguno me pellizcó el cerebro. El segundo, el menú de mediodía, ejecutado con torpeza. Nunca lo recomendé. Un año después, el juez lo precintó (¿temporalmente?) por encontrarse su propietario envuelto en una trama de blanqueo de capitales. Quedan aquí los platos como curiosidad. Los nigiris Y el menú

Restaurante Òleum // Barcelona

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[Fina Puigdevall ya no asesora este restaurante] Òleum MNAC, Palau Nacional. Barcelona. T: 93.289.06.79. Precio medio (sin vino): 20-30 €. Menús: 35 y 55 €. Òleum, sala del MNAC Fina Puigdevall y Les Cols (Olot) amplían el área de influencia. El Olot style llegó el verano pasado al Mas de Torrent, en el Baix Empordà, y, un año después, han buscado el cobijo del Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) y del restaurante Òleum, situado en la que fue la Sala del Tron del Palau Nacional, construida en 1929. Desde los balcones, una vista majestuosa sobre la ciudad, alfombra de edificios ocres a los pies de la montaña de Montjuïc. Lugar alto para una cocina de altura. Otros miradores barceloneses en los que acomodar comensales aguileños: Martínez, Torre d’Alta Mar, Dos Cielos y, a punto de abrir, Marea Alta. En este Òleum, que gestiona Vilaplana, Fina ofrece dos menús en artística convivencia con el