Hay que aguantarse
{Análisis publicado el 29 de abril en El Periódico } El censo con intención que impulsa la revista británica Restaurant es un detector de hipócritas. Ese periodista especializado que dice "yo no creo en las listas" y, de manera habitual, como un maniaco de los numerales, publica relaciones con sus preferencias. Ese cocinero con estrella Michelin que dice que "la lista es una estafa" pero felicita a los amigos premiados en un doble ejercicio de falsedad. Si es un engaño, ¿acaso no son ellos cómplices del crimen por apoyarla? Esos-que-no-salen, la mayoría, pero que son bien tratados por la otra, por Michelin , acostumbran a quejarse y a desvirtuar The World’s 50 Best Restaurants con un argumento: los 900 jueces nunca enseñan las facturas de los restaurantes y podrían votar de oídas o mediante pactos veniales. Pues es el mismo razonamiento que para la otra: jamás he visto el pago de un inspector y podría pensar que sus presencias son fantasmale