Restaurante Estimar // Barcelona / Septiembre del 2022
¿Puede un francés elaborar sake en Japón? Richard Geoffroy nació en 1954, así que tiene una edad para ir pensando en la plata de la jubilación. Durante 28 años fue 'chef de cave' de Dom Pérignon, la bodega que toma el nombre el monje benedictino al que se atribuye la invención del champán, aunque probablemente sea un cuento para creyentes y beatos. Es una marca que suscita deseo, crédito, confianza y estatus y viaja de la mano del lujo y de lo exclusivo –que no son lo mismo– y que la hace atractiva tanto para el que no la puede pagar, por si alguna vez cae una botella, a 200 y pico euros el pepino, como para aquel que coloca habitualmente el géiser en el centro de la mesa, bien por placer, bien por autoridad. Geoffroy dijo adiós a la burbuja en el 2018 y en lugar de jugar a la petanca, o de encajar un puzle de mil piezas, decidió ensamblar un sake en Japón y abrir una bodega, con inversores, de 20 millones de euros. ¡Toma jubilación! El resultado es Iwa 5 (135 €), presentado en