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Mostrando entradas de diciembre, 2015

Herirse con la nostalgia

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CLAQUÉ.  Los zapatos de claqué hablan morse entre sí. DESOLADOR.  En una de las entradas de Barcelona –en el primer semáforo que convierte la autopista en calle– el pobre que pide habitualmente –un hombre que arrastra los pies y la tristeza– se ha encasquetado un gorro de Papá Noel. La imagen es desoladora. En lugar de representar la alegría, la prenda roja señala de forma evidente, como una flecha rota, la miseria del hombre. ASCENSOR.  Todos dejan al ascensor porque es un colgado. SOMNÍFERO.  La 2 encadena noche tras noche películas señaladas del cine español sin atender a una cronología. En una de esas, recupera  Mujeres al borde de un ataque de nervios,  de Pedro Almodóvar, y la decepción es mayor que la de un vino envasado en tetrabrik. Un sainete a lo Woody Allen con decorados teatrales, hombreras gigantescas y pantalones de pinzas por encima del ombligo. Aburre y, al llegar a la célebre escena del gazpacho con somníferos, el tedio es insoporta

Vermut, hielo, lima

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Me agobian las tendencias y huyo del borreguismo. Todo lo que huele a moda y a totalitarismo estético me resbala. No soporto la tónica, asocio el cupcake a la balística, soy un pésimo horneador de pan casero y los zumos verdes son el brebaje que adoraría la mula Francis (con esta asociación relinchadora delato mi edad). Solo he sucumbido a la pujanza del vermut (sin la tentación de escribir un libro, ¿otro?). De joven bebí Martini blanco con hielo, aunque ese amargo se había disuelto en mi cerebro. Con la recuperación del licor me he vuelto a aficionar y el vaso especiado es ya un ritual dominguero. Mi fórmula es sencilla: chorrito de lima, el líquido negro y un par de hielos. Lo asocio a relax y a fin de semana, a mejillones en escabeche, berberechos con gotas de salsa sriracha, buenas patatas fritas y anchoas desaladas y aliñadas en casa. De los que he estado probando me agradan las distintas variedades de Miró (aunque me desconcierta que elaboren para otros), Par

Restaurante La Panxa del Bisbe // Barcelona

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La Panxa del Bisbe Torrent de les Flors, 158. Barcelona. T: 93.213.70.49. Precio medio (sin vino): 25 €. Menús degustación: 36 y 28 €. Desde la cocina veo el cielo Diría que he escrito dos crónicas sobre La Panxa del Bisbe y la cocina rumbera de Xavi Codina y el motivo de esta tercera es el traslado, sin moverse del territorio rumboso de Gràcia, a un nuevo emplazamiento, espacioso y con terraza.  Es como pasar del 600 al Mercedes, o de la maceta a un parque. La Panxa es un bistronómic animoso junto a los sólidos y ya clásicos Gresca, Coure , Caldeni ,   Embat , Blau o Mil921. La bistronomía es un movimiento que camina poco, insuficientemente refrescado por Mont Bar, Capet , Mano Rota o Casa Xica . Por fortuna, no hay uniformidad en el colectivo: tampoco en los precios ni en el apartado decorativo. ¿Por qué Barcelona, pudiendo ser un referente mundial de la alta cocina pequeña, incorpora

Cocineras y guisos // Les Cuineres de Sils

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Bajo el nombre de Les Cuineres de Sils operan un centenar de mujeres y algunos hombres, que asumen cómplices el nombre en femenino. Durante una charla en el Ateneu con dos de las señoras, Maria y Mercè, el mánager (dicho de forma simpática) Xicu Anoro y el chef Rafa Peña, la periodista Cristina Puig quiso saber por qué las mujeres se habían dejado robar el fuego. Sucede eso en el mundo profesional, gobernado por hombres, y las razones son tan sabidas como insuficientes: se apela a la maternidad como barrera infranqueable. Jamás se habla del micromachismo –o macro–, por el que la mujer, en parejas de cocineras/os, son expulsadas a la sala con la excusa de la belleza o la simpatía. Las cocineras presentaban la reedición del libro homónimo (que publica RBA) y se habló de ollas y evocaciones: de la memoria cocinada a llama baja en las cazuelas.  Se cocina más que nunca, aunque se guisa menos. Maria y Mercè reconocieron que a diario resuelven con inmediatez los platos

Tradició rima amb esferificació : la cuina de les àvies en la gastronomi...

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El luto del calcetín negro

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LLAVERO.  En el llavero, la llave electrónica del coche mira con superioridad al llavín del buzón. VALERIANA.  Mi relación con James Bond es ambivalente: he visto todas las reencarnaciones y me aburren más que un Martini de valeriana. Daniel Craig tiene menos registros faciales que la corteza de un alcornoque. De  Spectre  me han sorprendido los trajes. ¿Acaso no eran a medida, cosidos por los sastres de Savile Row? Lo constreñían tanto que lo hacían culón. Corto de perneras y más prieto que un tripudo con camiseta imperio. QUESO.  La raqueta de pádel siente gran simpatía por el queso emmental. RELATO.  Si los tertulianos entregaran un euro cada vez que pronuncian la palabra  relato ,  las radios cerrarían el año con superávit. El otro día casi sufro una hemorragia cerebral al escuchar a tres tertulianos ir pasándose el  relato  como si fuera un canuto. TEJER.  La lámpara de araña teje hilos de luz. TUPÉ.  En lo musical por fin somos libres y

Restaurante Santa Clara // Barcelona

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[Ana López de Lamadrid y Gonzalo Galbete ya no están al frente de Santa Clara] Santa Clara Jiménez e Iglesias, 11-13. Barcelona. T: 93.203.84.08. Precio medio (sin vino): 28 €. Menú semanal: 24,50 €. Elegante contundencia Ana López de Lamadrid ha vuelto a Neichel, sin Neichel. “Fue el primer restaurante en el que trabajé”. Con el cocinero Gonzalo Galbete, con el que comparte la propiedad de Igueldo, se han hecho cargo de la dirección de Santa Clara, en referencia a la isleta frente a San Sebastián, que ocupa lo que fuera el reino de Jean Louis Neichel. Durante años, a Gonzalo y a Ana les han pedido que repliquen en varios sitios el modelo de Igueldo, un asador moderno, y se han negado. Pero, ay, llegó la familia Trenor, dueña del hotel en el que habita este novísimo Santa Clara, y aceptaron. En algún momento del pasado, el padre y el tío de Ana compartieron mesa y proyectos con los Trenor, que también poseen los h

Pau Donés: "En la vida hay que ser valiente. Hoy estás y mañana, no"

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[Esta entrevista fue publicada en el Dominical de El Periódico de Catalunya el 13 de diciembre] El entusiasmo es contagioso, y a lo mejor curativo.  Pau Donés Cirera  (1966) es un cohete en el instante de la ignición. Centellas y poderío. Vive el momento: porque es el momento. Antes de la entrevista, hubo varias conversaciones por teléfono y tras el encuentro, e-mails aclaratorios. En ninguno de esos contactos quedó espacio para el abatimiento. Preocupado por parecer desagradecido en algún pasaje de los que a continuación se transcriben, quiso aclarar: “De la vida que me ha tocado vivir no me puedo quejar de casi nada. Todo lo contrario”. La enfermedad le impidió seguir con la gira, así que ha publicado el álbum en directo 'Tour americano 14-15'  para los necesitados de jarabe. La música que ambienta –o que sostiene– la entrevista es la de los conciertos que prepara para el  20 y el 22 de diciembre  en la sala  Luz de Gas.  Es su forma de afrontar el cá