Herirse con la nostalgia
CLAQUÉ. Los zapatos de claqué hablan morse entre sí. DESOLADOR. En una de las entradas de Barcelona –en el primer semáforo que convierte la autopista en calle– el pobre que pide habitualmente –un hombre que arrastra los pies y la tristeza– se ha encasquetado un gorro de Papá Noel. La imagen es desoladora. En lugar de representar la alegría, la prenda roja señala de forma evidente, como una flecha rota, la miseria del hombre. ASCENSOR. Todos dejan al ascensor porque es un colgado. SOMNÍFERO. La 2 encadena noche tras noche películas señaladas del cine español sin atender a una cronología. En una de esas, recupera Mujeres al borde de un ataque de nervios, de Pedro Almodóvar, y la decepción es mayor que la de un vino envasado en tetrabrik. Un sainete a lo Woody Allen con decorados teatrales, hombreras gigantescas y pantalones de pinzas por encima del ombligo. Aburre y, al llegar a la célebre escena del gazpacho con somníferos, el tedio es insoporta