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Mostrando entradas de septiembre, 2015

Yours // Barcelona

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[Este restaurante ha cerrado] Yours Londres, 65. Barcelona. T: 93.676.13.40. Menú mediodía: 12 €. Precio medio (sin bebida): 25 €. Juanjo me contó Después de tiempo sin saber de él, Juanjo Mestre telefoneó para contar los cambios en su restaurante, Your Burg!, al que había achicado el nombre hasta Yours. Juanjo es un huracán al tocar tierra: entendí la mitad de lo que decía. Me quedó claro algo: se había asociado con la ganadería Mas La Carrera de La Vall d’en Bas, criadores de Aberdeen-angus. Pedí sosiego: “Cuando nacen dos terneros gemelos, si son macho y hembra, la hembra no es fértil. Algo excepcional. Engordamos esa hembra y me quedé la carne”. El último testimonio era un entrecot. “Te lo he guardado”.  No tuvo que decir más. Fui a probar la rareza. Ni siquiera me había sentado cuando me manteó con un montón de informaciones. Compartía la propiedad de Yours con el futbolista Gerard Piq

Pan de pícaros

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Demasiadas veces, el servicio de pan en los restaurantes ofrece abusos. Pasó este verano en dos comedores de la costa, en el Maresme y en la Barceloneta. En el primero, nada más sentarnos, y sin abrir la boca, depositaron un plato con “ pa torrat ”, especialidad del establecimiento. Pedimos cambiarnos de mesa, accedieron y el camarero nos siguió con la ofrenda. Si pensábamos que era cortesía, erramos más que Ter Stegen: 7,08 euros por cuatro rebanadas. El kilo debe de alcanzar precios de lingote. La segunda torta fue al revés. Pese a la bandejita del pan no pedida que llegó con el aceite y la sal, quisimos una ración de coca con tomate y aunque solo habíamos solicitado la segunda, nos cobraron las dos. Las rebanadas sin untar: 6 euros, a 1,5 por persona. Con esos sablazos, ¡viva la barra de gasolinera!  La picaresca hostelera tiene que cesa cesar: todo lo no pedido expresamente debe ser considerado un regalo de la casa. Esas cantidades afectan a las cuentas y, so

Cuando pierdes 800 euros con Wimdu

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Este verano nos fiamos de Wimdu por primera y última vez. Por su inoperancia nos han birlado 828,20 euros. Una pasta. Les confiamos nuestras vacaciones y solo conseguimos que nos vaciaran los bolsillos. Contratamos un apartamento familiar en Viena en sus páginas. Según las reglas, el casero tenía que responder en 24 horas. No lo hizo. Pasado el tiempo de rigor, el tipo se puso en contacto con nosotros. Desde Wimdu (service@wimdu.com) nos mandaron un correo en el que se detallaba la cantidad a pagar y el número de cuenta. Con el casero se acordó también la devolución del dinero en caso de emergencia: un familiar estaba a punto de fallecer. Teníamos que prever esa desgracia. El buen casero , de nombre Peter Kraberger, se ofreció incluso a recogernos en el aeropuerto. Los estafadores tienen que mostrar la mayor de las amabilidades para que el engañado no sospeche. Una semana antes, al intentar ponernos en contacto con él, despareció de nuestras

Restaurante El Vaso de Oro // Barcelona

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El Vaso de Oro Calle de Balboa, 6. Barcelona. T: 93.319.30.98. Precio medio: 20-30 €. Singladura de espuma El capital paquistaní ha puesto los ojos y los kebabs en la Barceloneta, según cuentan los diarios. De continuar con este ritmo, pronto en el paseo Joan de Borbó flotarán los aromas de especias sobre los de las mariscadas. Desde hace 53 años, El Vaso de Oro sigue su singladura de espuma en la calle de Balboa. La característica de la casa es la inmutabilidad. El nostálgico que regrese a la barra se reencontrará con platillos conocidos y, probablemente, con los mismos camareros. La casa se ufana de la amabilidad de los trabajadores y de cómo son capaces de recordar qué toma cada cliente. En busca de la paleogastronomía vuelvo a la Barceloneta esquivando bandadas de velociraptores, también conocidos como turistas. El único cambio en el establecimiento es la cerveza, elaborada por el propietario, Gabriel F

Rafael Chirbes, gastrónomo

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Entre los textos laudatorios que siguieron a la muerte del escritor  Rafael Chirbes,  apenas un par o tres se refirieron a sus saberes gastronómicos. El anacoretismo del personaje y la aridez de las novelas que lo hicieron discretamente célebre –sobre todo, Crematorio –  lo alejaban de los volúmenes y los vicios de los gurmets convencionales. Fue director de la revista  Sobremesa , donde se especializó en vinos franceses: sería oportuno recoger aquellos textos en un libro. Ahora que tantos escriben sobre gastronomía con dedos pringosos, es hora de recuperar a los maestros y sus silenciosas lecciones. La novela  En la orilla , donde ahondaba en los pozos de la putrefacción humana, satiriza la alta cocina de raíz francesa –y menciona el término  tecnoemocional  de pasada– y escabecha al corrupto editor de una revista de vinos. Apenas una docena de páginas de 437, resumen de lo que pasó en ciertos comedores en los alegres años precrisis, y aun antes, en ese fi

Restaurante Els Tinars // Llagostera

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Els Tinars Carretera de St. Feliu a Girona, km 7,2. Llagostera. T: 972.830.626. Precio medio (sin vino): 60 €. Menú degustación: 68 €. Menús mediodía: 38,70 y 47 €. El GPS del abuelo En 1978, el abuelo de Marc Gascons, Eduard, eligió una técnica de márketing prehistórico para decidir dónde situar Els Tinars. Dueño del Bahía de Sant Feliu de Guíxols en los tiempos de Liz Taylor y Ava Gardner y los baños de champán, intuyó el declive y planeó la apertura de un nuevo establecimiento. Visitó varios enclaves y en cada uno se sentó a numerar coches. Tras el ejercicio decidió que el kilómetro 7,2 de la carretera de Sant Feliu a Girona, en Llagostera, era el óptimo. “Fue donde más coches pasaron  –recuerda Marc--. Y acertó”. El llenazo de un domingo de verano a mediodía lo corrobora. Son horas de playa en las que otros restaurantes relevantes cuentan moscas. Sientan a

Atún, trufa y engaños

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[Este texto tiene más de un año: fue escrito en julio del 2014. Fue la última colaboración que me pidió la revista Vino+Gastronomía.  Nunca vio la luz. Sus dueños la cerraron y desaparecieron, dejando a deber varios artículos. Publiqué la sección Diario de un omnívoro desde principios del 2007. El artículo del debut fue  El redescubrimiento del huevo.   Después de requerimientos y burofax siguen sin pagar] Jueves Hay cocineros que son más importantes que su cocina. Andrea Tumbarello es uno de ellos. Devorar los platos de este hombre desmesurado en su ausencia no es lo igual que hacerlo en su presencia. Es el mejor vendedor de sí mismo y de esa cucina italiana que ha adaptado a sus hechuras. Por eso será un reto el sostenimiento del Don Giovanni en el hotel NH Constanza de Barcelona con una presencia alterna, repartida con los otros escenarios donde oferta la marca, el principal, Madrid. He leído que se metió a chef –él, que fue economista

Navaja & begonia // Iolanda Bustos en el Empordà (y 2)

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Una cocinera en el Empordà (y 2) La Calèndula Desde el rectángulo acristalado del restaurante La Calèndula, el cliente ve que Iolanda Bustos Cabezuelo (1976) se mete entre las matas para recoger unas flores de calabacín. Muchos cocineros alardean de huertos y proximidad y compromiso y su más íntimo teléfono es el del supermercado. El sol es una cuchilla de afeitar sobre el cogote de la chef mientras arranca los tubos. No tardarán en estar en la mesa rellenos con un risotto y con gotas de remolacha como una sangre vegetal. En Regencós, entre Begur y Pals, las parejas Iolanda Bustos y Jacint Codina y los franco-suizos Maria Laura Baudenet y Alejandro Sanchez han comenzado una aventura en dos establecimientos, uno frente al otro: el Hotel del Teatre y La Calèndula. En este verano del 2015, la vida de Iolanda y de Jacint es más movida que cabalgar un toro mecánico. Hasta la primavera, el destino de la pareja estuvo ligado a Girona, donde dirigían desde el 2