Sé el rey de tu isla // #CuentoTallaS
Megarrico. El sueño de un millonario es ser el propietario de una isla. Poseer un avión, coches de colección, un ático en Manhattan, una villa en Cannes, una casa en Londres es posible porque aviones, coches, áticos, villas y casas hay miles y miles. Pero ¿cuántas islas salen a la venta y cuántas de las disponibles están al alcance de un millonario, alguien que es rico pero no superrico, megarrico, ultrarrico? Adam quiere una isla para ser soberano: es lo que más ha deseado desde la infancia. Le parece más sencillo conseguir una isla que un país, le parece más fácil reinar en una isla que en una nación, prefiere ser el señor de una isla que pagar una revolución en una república pobre y apartada para que derroquen al Gobierno y lo declaren a él, a un extranjero sin vínculo con el territorio, el monarca legítimo. Chatarrería. Cuando una mañana en el despacho-pecera de la City, una de las últimas plantas de un rascacielos de cristal decorado por las gaviotas del Támesis y su