El restaurante: Kao Dim Sum
Kao Dim Sum
Bisbe Sivilla, 48. Barcelona.
T: 93.211.87.91.
Precio (sin vino): 20-25 €.
Dim Sum KO
En los pronósticos gastro para 2014 se anunció un bombardeo de dim sum, esos bocados con nombres distintos según el país asiático.
Gyoza, momo, siomay, mandu, paquetitos con sorpresa, minucias
que contienen mundos para comer con una mano.
Sería el almuerzo ideal de un
astronauta si la gravedad no impusiera su ley, o su ausencia.
Madrid se ha
avanzado con Tse Yang Dim Sum Club y Nakeima y Barcelona se apunta al
lanzamiento con Kao Dim Sum, aunque ya disparaban piezas de primera en Dos
Palillos, By y Pakta, sin olvidar los de Shanghai, inspiradores de este vecino
bar que acaba de hervir la familia Kao.
¿Por qué del
éxito mundial del tapabocas con el que desayunan millones de chinos y que llega
a Barcelona con un retraso milenario? Por el placer de comer lo oculto y
mórbido, algo que no sabes qué es exactamente y que se deshace en la boca.
El
de los Kao no es el primero de la ciudad (Dim Sum House, Kuai Momos, Mosquito,
Wok&Bol), aunque sí el que tiene un chef reputado al frente, Josep Maria Kao,
y un sumiller sobresaliente, Lluís Kao, y una ambición de alta cocina a precios
de serie media.
Completa el equipo, y es responsable máxima, Meilan Kao,
graduada en comercio internacional y en empresariales, y la que convenció al
padre y al tío de que Shanghai necesitaba un complemento dimsumero.
Trabajo tendrán ambos para retenerla porque volará alto.
Herederos de José KaoTze Chien, chef del primer chino de Barcelona, fallecido en diciembre, Josep
Maria dedica al padre el jiao zu zha, espectacular, empanadilla frita
con carne, calabacín y jengibre.
En colaboración con Uvas Felices, Lluís ha elegido
mágnums para escanciar vinos a copas. Si alguien quiere destapar botellas
opulentas se encuentra en el lugar adecuado: Lluís cuida una de las mejores
bodegas de la ciudad. El Jardín de Lucía guiará los primeros dim sums,
que Meilan explica con precisión.
Es espectacular la pasta de trigo con panceta
y caldo (xiao long bao), un volcán en la boca, así como el siu mai
de langostinos y caviar de trucha (“ese añadido no es tradicional”, aclara
Josep Maria). Indefinido el pao zi cai, al que le urge un repaso
gustativo, a diferencia de las notas altas del wanton de langostinos y
del nem vietnamita.
Para armonizar lo chino y lo catalán, estilo
Meilan, la sugerencia sería ensayar un dumpling de capipota. ¿Un
eslogan? “Kao Dim Sum, dim sums que dejan KO”.
Sigue el festival con el tinto Venta las Vacas y
algunos iconos del Shanghai, aquí, en platillos: las legendarias espinacas
salteadas, las láminas de pato frito, las judías con bacón y los rollitos de
plátano de chocolate. Impepinable la ensalada de pepino y el huevo especiado
con nabo picante, la idea de un huevo milenario pero ¡fresco!
Algunos confunden la especialización con el
monoproducto (L’Eggs, Pork). Kao es de los primeros, la constatación que desde
lo popular se puede alcanzar lo exquisito.
Atención a: la historia de la cocina
china en Barcelona. Preguntar a los Kao.
Recomendable para: los enganchados a
la salsa hoisin.
Que huyan: los que se conforman con
empanadillas congeladas.
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