Roca Forever





[Artículo publicado el 1 de mayo en El Periódico]


O la noche que los Roca rocanrolearon en Roka



¿En qué restaurante de Londres podían recibir los hermanos Roca el agasajo de sus colegas internacionales? En Roka.
No, no era una franquicia punkie de los de Girona en la capital de Inglaterra, sino uno de los japoneses más celebrados (tampoco hay para tanto), donde cada año los sedientos chefs remataban una de las noches señaladas del oficio. Roca en Roka, ¡of course! ¿Dónde si no? 

Agotados después de ser exprimidos por la organización, intuyendo la pulpa mediática en la que se convertirán, bajaron las escaleras del club sobre la medianoche aún del lunes, encarando la madrugada del martes.

En las manos, dos estatuillas, la absoluta y la de mejor restaurante de Europa. Son tres, Joan, Josep y Jordi. ¿Cómo se las repartirán? Como buenos hermanos. 


Horas antes se había vivido un momento eléctrico en el Guildhall, el edificio que acogía la ceremonia, cuando los tres y sus parejas, Anna Payet, Encarna Tirado y Alejandra Rivas, se abrazaron en una melé de afecto. 

Joan se emocionó –había dicho que no lloraría, ay– al dedicar el best a Pau Albornà, el joven periodista fallecido en un accidente de moto. En el 2012 estuvo sentado en esa sala, optimista y vacilón. 


Antes de llegar a Roka a rocanrolear, Anna, «cardiaca», esposa de Joan, habló con su hija Marina, que había entendido la situación con más claridad que los especialistas: «Mamá, ¡vivo sobre el mejor restaurante del mundo!». La vivienda familiar comparte ese techo y esa gloria.

Encarna, la mujer de Josep, sintetizaba la situación con risas: «Joan es numberjuan».
Manel de la Rubia, responsable de las reservas, estaba aterrorizado por lo que llegaba, así que prefirió hacer que bailaba. 


El festejo, con más bebida que comida (¡peligro!), bandejas de sushi debidamente evaporadas al salir de la cocina, era tumultuoso.
Aquí  el británico Heston Blumenthal y sus gafas de soldador conversando con Albert Adrià, allí Josean Alija y Eneko Atxa, al lado Juan Mari y Elena Arzak y Andoni Luis Aduriz; enseñando porte, Quique Dacosta. Y el American corner, duro, con Thomas Keller como salido de Los Soprano, Grant Achatz, Eric Ripert y el francoamericano Daniel Boulud. 

Cuando se presentó el trío, Arzak se postró ante ellos, entregado a la majestad: «Esta foto es de portada, ¿no?».
No, Juan Mari, está oscuro y las cámaras han sido requisadas por la organización. Oscuro y ruidoso.

Jordi decía: «Increíble, increíble».
Josep decía: «Aligerado. Pero, atención, hemos llegado para mantenernos, eh».
Joan decía: «Y ahora, ¿qué?». Buena pregunta. Un qué muy gordo. 

Franc Aleu, el codirector de El Somni, la ópera gastro que estrenan el lunes, abrió la chaqueta mao y enseñó una camiseta: Roca forever. La semana anterior, Jordi las había hecho imprimir por si acaso. El number three es el primero. El pequeño es el más listo.




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