McHambre (13). Los excesos de la alimentación




Un espumoso con oro de 24 quilates.

¿Una frivolidad o un brindis por tiempos mejores?

¿Joyería o vinificación?

En boca era correcto. En alma, obscenidad. En bolsillo, innecesario.

Tragar oro no te convierte en oro.





Comentarios

  1. Está claro que tiene que haber de todo pero, como es la gente que compra este tipo de productos? Lo hacen poorque estan convencidos de que tiene propiedades o simplemente por ser y estar por encima del resto de la manada? O tal vez, porque la neurona no da más de si! Saludos calurosos, amigo Pau!

    ResponderEliminar
  2. Pues ni idea. Es un producto sin sentido. Si es saludable que lo recete un médico. O ya lo hacen porque los medicamentos van a precio de platino.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Restaurante Claris 118 // Barcelona

La guía Michelin quiere ser The World's 50 Best Restaurants

Desnudos y exhibicionistas: unas palabras sobre el 'food porn'