'Panellets' asiáticos



El sábado, después de que los niños trabajasen la masa de los panellets con dedos industriosos y  aplicados, quedó un pedazo huérfano. Habían horneado los de piñones, chocolate, coco y  almendra. Todos eran hermosos y contundentes, ningún panelleig en la manada.

¿Qué hacer con los restos untuosos? Inventamos al instante los panellets asiáticos. Mezclamos curry con la patata, la almendra y el azúcar y coronamos las bolitas con sésamo negro y sal gris. Un giro de muñeca de molinete hizo llover especias de Madrás. Indianets.

Al otro le dimos la forma de un nigiri, añadimos jengibre y wasabi y lo cubrimos con una capita de alga nori. Japonets.

Intuitivos, casamos lo dulce y lo salado y lo picante. Me arrepentí de no haber pensado antes ese postre transfronterizo. Tendremos que esperar un año para engancharnos de nuevo con los panellets. Son las exigencias de la tradición.

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