Un bonito un poco feo
Un bonito un poco feo. No es el plato más hermoso del mundo. ¡Cyranos al poder!
La gracia de este pescado es que ha sido sometido a un ahumado exprés y casero sin ahumador ni brasa ni cenizas ni esas sales sospechosas y atufadoras que parece que hayan salido de los aperos de embalsamar a Tutankamon. En lenguaje gastronómico, Tutanjamón, faraón de Guijuelo.
Mezcle sal gruesa con pimentón ahumado de La Vera (qué maravilla de producto y qué pena no esté en el top 10 de los glosadores) y dejé reposar el taco durante unas 20 horas. Al exhumar el cuerpo, la carne había cambiado de estado, en ese sostenido entre la crudeza y la cocción.
Lavé bien la pieza para eliminar la sal del entierro, lo corté en láminas (si quiere ser moderno diga: tiradito o sashimi), dispuse unas cebolletas, resucité la momia con Oli de Raig y una pizca molinera de pimienta negra.
Oh, Bonitojamón, faraón de serie B.
Que idea más buena! Tiene que estar buenísimo..y yo no lo veo nada feo.
ResponderEliminarJa, ja. Tú que lo miras con buenos ojos...
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