Michelin, la guía triste
¿De qué ríe el muñeco? Esta imagen corresponde al interior de la invitación para asistir el pasado jueves a la cena en El Palace. ¿De qué ríe el neumático? ¿Se cachondea de nosotros con la sonrisa inflada?
Michelin, la guía triste.
Extraigo del listín telefónico, pues en eso se convertirá la publicación, la última línea de los mini comentarios de cada uno de los triestrellados de España.
Prosa de funcionario, intercambiable, huera, abúlica. Letras sin alma, firmadas en un sótano de la oficina siniestra, entre humedades, bajo bombillas bizcas.
Arzak (página 364)
"Encontrará una excelente cocina de autor elaborada entre padre e hija, un taller de investigación y una completísima bodega".
Akelare (página 366)
"De sus fogones surge una propuesta gastronómica excepcional, de corte creativo pero sin negar las raíces tradicionales, con los sabores muy bien marcados y las texturas definidas".
Martín Berasategui (página 464)
"Maestría, talento y creatividad definen a la perfección sus delicadas elaboraciones".
El Celler de Can Roca (página 408)
"Cocina creativa de excelente nivel, interesante y sugerente".
Sant Pau (página 693)
"Presenta unas elaboraciones muy creativas y delicadas, pero también de hondas raíces locales, pues la mayoría de sus platos tienen reminiscencias catalanas".
Las cinco dicen lo mismo. Los inspectores no comprenden, no distinguen, no son sino burócratas que agitan los formularios con orgullo.
búrocratas pluralizadores...verdugos de la individualidad. En una oración interpretan con vagancia el esfuerzo arduo de un año lleno de ilusión e investigación de nuestros maestros cocineros españoles.
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