Algunas palabras para promocionar la felicidad





Mañana, la revista Dominical pide una tregua: no caras tristes.
Este es mi texto de presentación del especial:






La nariz encendida




Un postizo de payaso para celebrar y reflexionar.

En un cajón de casa guardo cuatro o cinco: el botiquín para las emergencias.

La página sirve como presentación de este número de Dominical poco común dedicado al optimismo.

¿Por qué? Porque lo necesitamos, porque la negrura es el horizonte, porque los medios de comunicación son un catálogo de desgracias. La realidad es cruda y la prensa, el espejo entre azogue. Vivimos con dos manos –o tres– al cuello.

Démonos un respiro.

Este suplemento llama a la resistencia, a no desfallecer. La alegría como otra manera de hilar la revolución. El enemigo no espera que sonriamos. Cómo les fastidia. ¿Gandhi? Tampoco seamos ingenuos.

La portada que han bordado unas costureras aficionadas representa el nuevo tiempo, cosido entre muchos. 


Aliento. Ánimo. Esperanza. Son palabras que la crisis ha triturado.

Atrevido. Humor. Sanación. Recuperemos ese confeti y tirémoslo sobre nuestras cabezas, sobre otras cabezas.

Alegre. Acción. Conciencia. Ilusionado. Solidaridad. Alternativa. Comunidad. Intercambio. Positivo. Futuro. Sí. Fe. Chispa. Empuje. Pasión. Arrojo. Autogestión. Imaginación. Bienestar. Placer. Consuelo.


Cuidado: la nariz encendida o inflamada no representa la inocencia, sino el hartazgo.




Más explicaciones y vídeos en:







Comentarios

  1. Felicidades por la portada.
    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Gracias, Roberto. Una labor colectiva, de las que valen la pena. Empujamos, aunque sea un poco.

    ResponderEliminar
  3. Buena iniciativa!
    El optimismo llama optimismo.
    Ahora solo falta que le den sl pueblo lo que merece; una María Antonieta

    ResponderEliminar
  4. Antes de cortar cabezas, escuchémoslas. Nosotros a lo nuestro. Sonriamos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Restaurante Claris 118 // Barcelona

La guía Michelin quiere ser The World's 50 Best Restaurants

Desnudos y exhibicionistas: unas palabras sobre el 'food porn'