Aceites explosivos








El fin de febrero se acerca al galope y las aceiteras siguen en las mesas de los bares y restaurantes como alfiles desorientados.

Desde enero, y con febrero como moratoria, la ley ordena que los recipientes abiertos sean sustituidos por otros cerrados, por botellas que impidan el rellenado.

Algunas de las aceiteras a desterrar contienen sustancias rancias y oxidadas, líquidos que no desentonarían en un cóctel molotov. El molotov es una variedad de la coctelería poco explotada.

¿Cuántos dueños de esos figones en los que la especialidad es la grasa se tomarán en serio el Real Decreto 895/2013?
¿Se detectan grandes movimiento de sustitución? No lo parece.

Si el 1 de marzo las piezas de los ajedreces con pringue siguen sobre los tableros, ¿los infractores merecerán ser denunciados para que los empapelen con multas? ¿Será delación o una manera de proteger a los consumidores de los hosteleros tramposos?

Es necesario que continúe la cruzada por la salud oleaginosa: los inspectores tendrían que revisar más a menudo los aceites de las freidoras. Esos son los agujeros negros por los que debería preocuparse Stephen Hawking.







Comentarios

  1. Si solo fueran los aceites de las freidoras lo que hay que controlar.....Hay mucho "malaje" camuflado de "hostelero" en esta España de "ellos"*, pero, desgraciadamente para los consumidores, solo interesa que paguen los impuestos.

    * Chorizos, Morcilleros, Chapuceros, Políticuchos, Bárcenas, etc,etc,etc,etc.

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  2. Más profesional, más profesionalidad.

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