Inmovilidad y móviles




Oficina de recortes sociales.





GRITAR. Por fin, tras 117 años de enigma y desasosiego, hemos averiguado por qué chilla el personaje del óleo de Edvard Munch. Aunque fue pintado en 1895, el ser ondulante y psicotrópico aúlla en 2012. Pánico por la situación actual, sobrecogimiento por el millonario obsceno que ha sacado de la sotabarba 91,2 millones de euros para la solitaria contemplación de una obra maestra, y siniestra. El hombre o mujer o niño de El grito ha enloquecido al saber que con el dinero aportado, miles y miles de parados de la pobre Europa podrían llegar a final de mes sin bramar, esquizoides entre el pavor y la locura.



MÓVIL. Una sorpresa: mi teléfono, además, también sirve para hablar.



MALO. El hombre, compungido, con la cabeza gacha, entregó su tarjeta al colega bancario: “Salomón W. Smith. Director de banco malo”.



MÓVIL (2). Mi teléfono es más exigente que cualquier otro animal de compañía: necesita que lo acaricien sin descanso.



VIVIENDA. La dación de viviendas aún no ha llegado hasta las conservas. Desahucian a unos mejillones por impago de lata.



INMOBILIARIO. Por su escasa actividad, el sector cambia de nombre: pasa de inmobiliario a inmoviliario. Inmóvil, parasitado por las deudas.



MUSTAFÁ. Me traslado en taxi por Barcelona. En un semáforo, el coche de delante, también destinado al transporte de viajeros, se detiene. Baja la conductora, una musulmana, para ayudar con los bultos al pasajero. Cubre la cabeza con un pañuelo. El conductor dice por lo bajo suficientemente alto: “Una Mustafá”. Evitando darle en la cabeza con el manual del taxista, le pregunto por el número de conductoras musulmanas: “Unas tres. Pero está prohibido llevar pañuelo”. No sé si se lo inventa, no conozco el código por el que se rigen, si bien refiero la gorra de algún taxista coqueto o friolero. “También está prohibido, y las gafas de sol y las barbas largas. ¡Hay cada barba por ahí! ¿Qué pensaría usted si llevara pantalones cortos y tatuajes?”. Este tipo se lo inventa. Se pone como ejemplo: “Hay que vestir como lo hago yo”. Jersey astroso, piojoso de bolillas; pelo sucio, sin afeitar, la cara de perro flaco. El ejemplo a seguir.



PREGUNTA. Ante cada recorte, ante cada clavo, ante cada viernes de crucifixión, solo hay una pregunta posible: pero esto, ¿quién lo paga?



VIERNES. Es el día del Consejo de Ministros. Semana tras semana, una improvisación y una poda. Hace meses que la figura de cera de Mariano Rajoy preside el velatorio por España. Como compensación, el Rajoy de carne presta servicios en el Museo de Cera. No han detallado en qué consiste su participación pero tiene algo que ver con la inmovilidad.



MÓVIL (Y 3). Mi teléfono me maltrata, me grita, me cobra, me deja tirado y yo le suplico que vuelva.




Comentarios

  1. Un consejo, amigo; no dejes que tu móvil se te suba al cuello y te muerda, sino, estarás perdido. Aunque... siempre te quedará un recurso: tirarlo al retrete, a continuación, sentarte y desahogarte. Luego, una sensación de euforia te invadirá. En cuanto al Consejo de Ministros, lo natural, es bueno, y, lo bueno, une!

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