Una cena de domingo
El domingo por la noche es el momento de la derrota, pero estamos en junio y los días solares son más largos que un vis a vis de diez minutos con Soraya Saénz de Santamaría (¿se entiende que ese encuentro sería una eternidad?).
Vi a Gordon Ramsay hacer perrerías en la cadena Nova, donde arregla restaurantes en el programa Pesadilla en la cocina, y me entraron ganas de cocinar sin masoquismo.
Los mejillones del Delta, aliñados con manzana, que sumergí en lima, y realzados con unos brotes de sajolida (ajedrea), frescura en la noche abotargada por el calor
Moderadamente picantes, los pimientitos –padrones, empadronados en nuestra terraza– con unas escamas de sal Maldon. Sí, soy fiel a la pobre Maldon, convertida en vulgaridad de supermercado.
Verdura más falsificada que una promesa electoral griega, es de verano, así que los que los padrones se consumen fuera de temporada tienen la legitimidad de un cantaor malayo.
Coca de hojaldre con atún, sardinilla y tomate.
Pasta y cobertura están cocinados por separados, unidas al final para preservar la jugosidad. Las madres tardaban una eternidad en preparar las masas y otro tiempo sin fin para llevarlas a un horno. Os hablo de la prehistoria y los bisontes.
Esta es una coca exprés para domingueros holgazanes.
El sol se apagó y el perfume de la sajolida y la lima quedaron en el aire, dibujando una línea verde.
No puedo yo con el Ransay ese....no se si en la vida real será como se muestra en su nefasto programa pero tampoco me interesa. La coca puede prometer...
ResponderEliminarSi, lo de los falsos padrones JODE, y mucho. Tienen una gabardina de celofán que resulta intragable a la par que indigesta!Y encima, no pican!
ResponderEliminarSí, ja, ja, es cierto lo de la gabardina, gabardina de baratillo.
ResponderEliminarQue escrito más guapo¡¡¡ Breve pero intenso como las cenas de los domingos¡¡¡
ResponderEliminarY en esta época de tardes largas y plácidas...
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