Bar Verat / Lluerna // Santa Coloma de Gramenet
Avd. Pallaresa, 104. Santa Coloma de Gramenet
T: 93.681.40.80
Precio medio (sin vino): 15-20 €
El 'capipota' es exótico
Crujiente y melosa: la oreja de Víctor Quintillà. La oreja de cerdo fue un plato que pensó para Lluerna, vio que no encajaba en un restaurante fino y la desvió al contiguo Bar Verat.
Se adapta al espíritu del barrio y a los bares de tapas, donde siempre hubo fritura de morro y oreja. Este apéndice es otra cosa: superior, impecable.
La aparición en la mesa del órgano obliga a una reflexión: los chefs arrebatados impregnan sus platos con lo chino y los chinos que adquieren bares populares se entregan a la tortilla y sus misterios.
Lo exótico es lo foráneo -y diferente para cada sociedad-. En este mundo al revés, Víctor prepara un mollete de pato Pekín que pondría cachondo a Mao.
«Mezclamos cosas muy tradicionales con cosas de fuera», concluye. La carta de vinos de Mar Gómez viaja menos pero deja huella: bebo La Fanfarria.
Bar Verat es bárbaro, una risa. Lo nuevo y lo viejo, lo cercano y lo lejano.
Alabanzas para lo que se sirve en la sala, de grandes cristaleras para una cocina sin trampa: 'papas aliñás' con caballa curada y sardina ahumada, 'tartar' de buey, cerdo crujiente con setas, caballa con cítricos, curri 'thai' de pollo, entrecot con romero y espuma de coco con piña y ron.
Aparto de la lista el 'capipota' con garbanzos porque merece comentario singular: uno de los mejores que he comido.
En el tiempo del cebiche, el 'bao' y el mole, el 'capipota' es extraño y singular. El 'capipota' es exótico.
Se adapta al espíritu del barrio y a los bares de tapas, donde siempre hubo fritura de morro y oreja. Este apéndice es otra cosa: superior, impecable.
La aparición en la mesa del órgano obliga a una reflexión: los chefs arrebatados impregnan sus platos con lo chino y los chinos que adquieren bares populares se entregan a la tortilla y sus misterios.
Lo exótico es lo foráneo -y diferente para cada sociedad-. En este mundo al revés, Víctor prepara un mollete de pato Pekín que pondría cachondo a Mao.
«Mezclamos cosas muy tradicionales con cosas de fuera», concluye. La carta de vinos de Mar Gómez viaja menos pero deja huella: bebo La Fanfarria.
Bar Verat es bárbaro, una risa. Lo nuevo y lo viejo, lo cercano y lo lejano.
Alabanzas para lo que se sirve en la sala, de grandes cristaleras para una cocina sin trampa: 'papas aliñás' con caballa curada y sardina ahumada, 'tartar' de buey, cerdo crujiente con setas, caballa con cítricos, curri 'thai' de pollo, entrecot con romero y espuma de coco con piña y ron.
Aparto de la lista el 'capipota' con garbanzos porque merece comentario singular: uno de los mejores que he comido.
En el tiempo del cebiche, el 'bao' y el mole, el 'capipota' es extraño y singular. El 'capipota' es exótico.
Tiene parking cerca? Para mi es importante viniendo de de p.de Dalt
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