7 restaurantes de Copenhague, 2 mercados y 3 extras // Agosto del 2022

 

Barr

Barr, en el Noma primigenio, la cocina de Thorsten Schmidt en asociación con René Redzepi.
Carta exageradamente corta: 5 primeros, 4 segundos (¡de los que tres son para dos personas!) y 3 postres (de los cuales, uno son quesos). Descorazonador para el cliente solitario y complicado para las parejas.

El mejor: la chuleta de cerdo empanada y salpicada con trufa de verano, cebollitas (demasiado crudas) con salsa de mantequilla y 'pickles'. Como acompañamiento extra pedimos patatas nuevas con envinagrados y fresas verdes.

El peor: la 'gírgola' (seta ostra) rebozada como un 'schnitzel' y, otra vez, salsa de mantequilla. El rebozado se carga el sabor de la seta.

El mejorable por soso: tartar de ternera, rábanos y mayonesa de ajo de oso.

Los más redondos y 'nomeanos', con la característica acidez: el paquetito de col con 'lluerna', pimientitos ('padrón', en la carta), flor de hinojo y salsa espumosa de cerveza. Repetición de la jugada con la lechuga pasada por la parrilla y rellena con tartar de langostino, ajo de oso y fresas verdes.

Vino: a pesar de que era un 2016, un pinot noir por hacer, el Aymeric & Marceline Beaufort.

Den Vandrette

Poca luz, cocina sugerente, precios aceptables, según los estándares de Copenhague. Los vinos, caros.

Muy buena la berenjena con emulsión de cecina y nueces especiadas.
Buenas la terrina de cerdo con pistacho, la lengua de ternera con tabasco y la 'rillette' de caballa con cebolla y rábano encurtidos.

Al 'hamachi danés' le sobra el aceite de sésamo y las palomitas dulces/picantes.

Copas del tinto Dagamó 2020 y del 'brisat' Artisan 2020 (muy bien).

 

Kanalen

Un quiero-y-no-puedo, una cocina creativa que no llega.

Estupenda terraza junto a un canal y platos liliputienses a precio alto.
'Papadum' con parmesano y crema de trufa.
'Waffle' de patata (un trozo, el plato es un trozo), cangrejo, crema agria y berros.
Ravioli (un ravioli, el plato es un único ravioli) de bogavante con salsa 'blanquette'.

Hasta aquí, lo apetecible. Y ahora, lo desconcertante: a la manera de un 'vitello tonnato', minúsculo tartar de atún/ternera cubierto con 'katsuobushi'; corazón de pollo, cereza, almendra y trufa de verano y cerdo (astilloso), melocotón y 'rossinyols'.

Propaganda

Vinos naturales y platos coreanos, la alianza entre Riccardo Marcon (Barabba) y Youra Kim (ex Noma). El-sitio-al-que-hay-que-ir-en-Copenhague: no es necesario.

Domingo noche, lleno, oscuro, ruidoso. En un cierto momento, la luz disminuye aún más y la música sube. Servicio malo y desinteresado. Cambiamos de vino (de Le Chenin de la Colline a A Toi Nous de Andréa Calek) sin cambio de copa.

El 'kimchi' se come el fletán del 'ssam', la empanadilla ('mandu') tiene piel de boa de tan gruesa, el 'gimbap' parece un 'sushi' de quinta gama, el pollo con salsa de 'gochujang' está bueno pero es imposible trocearlo con los palillos y hay que comerlo con las manos, el arroz está apelmazado y el cerdo 'galbi' expande aromas de brasa, aunque no hay manera de atacarlo sin cuchillo ni tenedor.

Pedimos que, por favor, lo preparen para llevar y nos dan una hoja de papel de aluminio.

Atelier September

Y la más desconcertante comida en Copenhague: Atelier September. ¿Cafetería? ¿Restaurante vegetariano? Ni idea. No lo pillo, tío. La obra del chef Frederic Bille Brahe, como dicen en la web. Recomendado en las diferentes guías, locales e internacionales.

Cola y gente guapa. Esperamos: "Solo queda media hora para que cierre la cocina". Ok. ¿Qué cocina? Lonchas de comté, huevo hervido y burrata. Y mucha mantequilla.
Pero ¿de qué cocina me habla usted?

¿Y el lavabo? "No hay".

Como postre, unas salchichas en un puesto de la calle.

Gasoline Grill

Los exagerados exaltan su hamburguesa como una de las mejores del mundo.
La 'cheeseburger' con 'brioche' de patata está muy buena, y ya es bastante.

Popl

La hamburguesa que nació en el Noma durante el confinamiento, ahora, con local propio donde estuvo el restaurante 108.

De esa carne se escribieron toneladas de elogios.

Una 'burger' de ¡20 euros! Rica, sí.
¿Sería cliente asiduo si estuviera en Barcelona? No.

Dos mercados

Torvehallerne, en el centro de Copenhague

Hija de Sánchez, la primera taquería (2015) de la célebre Rosio Sánchez, ex Noma.
Tacos del montón, lejos de lo esperado.
Cochinita (bien, sin más), barbacoa (ternera seca) y papas & rajas (el mejor).

Más satisfacción con las empanadas de Laboca, con masas flexibles e interiores sabrosos: pollo/chorizo, 'pulled pork', chili sin carne...

Reffen, en la isla de Refshaleøen

Extraordinario uso de edificios industriales y espacios degradados. En esta isla, que tuvo unos astilleros gigantescos, han establecido una arquitectura de contenedores para acoger comidas del mundo, algunas, inventadas, como esos bocadillos supuestamente afganos de pollo con patatas fritas.

Comida nepalí-medio-india (empanadillas y samosas), coreana (pollo rebozado), griega, mexicana...

Sorprendente que restaurantes de lujo como Noma, Amass o Alchemist hayan escogido este inhóspito lugar para establecerse. O el horno de moda, Lille Bakery, sin aparente vecindario al que servir.

Al fondo, el increíble perfil de Copenhill, planta de conversión de residuos en energía con una pista de esquí en el techo.

Lo mejor es llegar en ferri.

 

Extras

Roskilde, ciudad vikinga

Los 'smørrebrød' de Bryggergarden, en Roskilde.
Rebanada de pan con cosas: 'tartar' de ternera y acompañamientos, rosbif con 'remoulade', gambitas de Groenlandia/platija rebozada y arenque con curri.

Charcutería Caseus, en Roskilde.
Queso gammel knas y 'pølser' (salchichas: ajo y chili).

Después de conocer el gammel knas (un havarti madurado), búsqueda del Havgus 12 en la tienda de Arla Unika en el mercado de Torvehallerne.

Ballerup

The Burger, con una hamburguesa de pollo que, en realidad, es una pechuga a la parrilla (con curri-cheddar) y una picante-que-no-pica con jalapeños. Y patatas y mayonesa-chili. Carne agradable.